lunes, 25 de mayo de 2009

Cuando conocerse duele...

Somos seres defectuosos, lo sabemos, pero a veces duele tanto que te lo digan...

Soy alguien difícil para relacionarme, es decir, no me es sencillo hacerlo y no es sencillo para el otro aguantarme. Tengo ciertas actitudes feas, ¿quién no?, pero... no sé, al parecer las mías son más insoportables que las de los otros. "Por eso todos te odian...", es algo que repetidamente me han dicho y, a veces, sólo a veces, duele...

Cuando sos adolescente hay algunas actitudes de rebeldía y otras tantas que implican el proceso de crecer que son inaguantables. Suelo despertarme un día de mal humor y contestar mal a alguien que no se lo merece, o quizá se me da alguna que otra vez ese no entenderme a mí misma y actuar como si fuera inestable... sí, es cierto...

Me han dicho que soy soberbia, que no soporto que me digan que me equivoco, mejor dicho, que no soporto no tener razón... y es cierto... hasta un punto. No soporto equivocarme porque no aguanto ser imperfecta. Me enoja no tener razón, pero no me molesta que otro la tenga. No es por inferioridad hacia otros, es por inferioridad conmigo misma, porque significa que no importa cuánto lo intente nunca voy a llegar a ser suficiente.

Tengo un gran complejo con el ser rechazada, quizá por eso me esfuerzo demasiado para que me acepten o no me esfuerzo nada. Ninguna de las dos opciones son buenas: la primera porque se nota cuando sobreactúas algo, y la segunda porque parece que nada te interesa.

Si uno se lo pone a pensar, ¡qué difícil que es la gente!, nada los conforma... pero: ¿hay realmente que conformar a los otros? Me han dicho que tengo que ser yo misma, pero: ¿quién soy "yo misma"?, ¿conozco de verdad esa porción de mi personalidad?, ¿acaso alguien la conoce?

Siempre me pareció que me pedían demasiado cuando me decían que fuera yo misma y, además, que era una gran contradicción. El mundo, al final, no quiere que seas vos mismo sino que "vos mismo" sea lo que ellos quieren que seas. Uno mismo viene con el kit completo: con todas tus virtudes y, desgraciadamente, con todos tus defectos. Es a ellos a los que les tememos; nos da miedo que si el otro conoce lo malo que viene con el ser vos ya no le intereses más, ya no quiera estar cerca tuyo... es que a veces pasa. Nos dicen que nos aceptan con nuestros defectos pero contínuamente nos los recriminan. No digo que uno no pueda crecer, mejorarse, aprender a controlar las partes más "feas" de uno mismo, sólo digo que no porque las controlen desaparecen. Tus defectos nunca se van, sólo surgen menos. Lamentablmente, para el mundo "surgir menos" nunca es suficiente, siempre les molesta. Enonces, ¿es cierto que te aceptan con tus defectos?

Con el tiempo uno se conoce más y más y, en ocasiones, descubre cosas que preferiría no haber sabido nunca. Sé cosas de mí que... no me gustan. He llegado a odiarme por eso hasta el punto de no querer vivir más. No matarme, no... simplemente resignarme a no vivir. Aún trato de salir de eso, en realidad, creo que es de lo que se trata la vida: de intentar buscar cada mañana una razón para levantarte y cada noche algún motivo por el que valió la pena haberlo hecho. Por eso es que ciertas frases duelen y no deberían ser dichas jamás. "Por eso es que todos te odian"... Algunas palabras no te dan ganas de seguir haciendo el intento o te las quitan. Te hacen pensar que no sirve seguir haciendo el esfuerzo. Te dan deseos de quedarte ahí sentadito esperando a que el tiempo pase y te lleve con él.

¿Vale rendirse? Yo lo he intentado. Yo lo he hecho. Pero, por algún extraño motivo sigo aquí. Me gusta pensar que hay una muy buena razón para eso, que hay alguien o algo que tiene grandes planes para mí, que hay alguna cosa que tengo que hacer todavía, que mi trabajo aún no terminó... Y eso me impulsa a levantarme cada mañana: el deseo de buscar qué es. A veces no es suficiente, pero sirve y vale la pena cuando una noche te acuestas y piensas: "hoy hice algo importante".

Yo creo que mi arte es mi gran tarea en este mundo porque, al fin y al cabo, no todos son artistas y si yo nací con esta capacidad, con este don, tiene que ser por algo, ¿no?... Así que aquí estoy, intentando, como todos, aunque algunas veces cueste, aunque a veces te lo hagan difícil, aunque algunos días quiera rendirme, porque quiero pensar que, de alguna forma, al final valdrá la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario